jueves, 22 de abril de 2010

Comunicarse.


Puedo comprender y hacerme comprender en dieciséis lenguas distintas. Pero la comunicación va más allá de las palabras. Está por encima del lenguaje oral y del escrito y puede prescindir de todo signo convencional. Comunicarse con la mirada, con un gesto, con una postura frente a la vida, resulta a veces más difícil que estar hablando durante horas con diferentes interlocutores. Porque hablar con alguien no es difícil. Lo difícil es comunicarse realmente con ese alguien, aunque hable la misma lengua o utilice las mismas palabras.
(Mañana: "Soledad, disfrazada de palabras)

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